En Sueño Profético decían:
Tu Enseñanza es buscar a Dios,
encontrarlo y seguirlo.
Y ya tienes que obedecer,
porque al seguirlo,
tú vas detrás de Él.
Si Él te dice “coge el camino,
ya no éste y sí aquél”,
si ves que te entra duda,
di: “el demonio es”.
Porque Dios ve los caminos
antes de caminos ser,
y te oye las palabras
por lejos que de Él estés.
Y si piensas las palabras
sin decírselas a Él,
antes de que a ti te llegaran,
antes pasaron por Él.
Él sabe si tú Lo quieres
o si Le haces papel.
Él sabe si sus Palabras
tú las dices al revés.
Él sabe el que Le dice:
“Señor, Te doy el Amén,
aunque delante del mar
dijeras “agua no es”.
Porque Dios, con su Poder,
puede mandar a las aguas
que en su Presencia no estén.
¡Éstos son los que Dios coge,
porque ven lo que Dios ve!
¡Éstos son los que Dios tiene
de roca en fortaleza,
y de altura, remontándole al ciprés!
Desperté, oí:
Igual que esta Enseñanza es grande,
es grande el sufrimiento
de querer que aprendan todos
lo de la Tierra y el Cielo.
El espíritu del mal
va confundiendo a los hombres
para llevarlos a pecar.
Les hace ver los colores
que el color allí no está.
Les hace que los oídos
oigan el crimen normal.
Los lleva a inventar inventos
que sirven para matar.
Hace que el hombre se odie
como el mal animal.
¡Todo es falta de creer
que Aquí tiene el final!
***
Libro 19 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo III - Pag. 3-4
Nadie se implica en lo que no cree. Confiar en el Poder de Dios es dejar que Él nos implique y nos dé Mando.
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