En sueño Profético decían:
El que Dios elige, antes amó. Dios lo premia y el hombre lo maltrata, lo maltrata e insulta a Dios, lo insulta y le pide cuentas. Esta es la reacción del hombre que sabe que existe Dios.
El que en Él no cree, vuelve la espalda y no da palabras. El que Lo ama, bendice el momento en el que oyó Palabras directas en el Instrumento de esta Gloria, confirmó sus ansias de saber qué hacer para tener a Dios contento, y se quitó su pesadilla: el pensar que Dios no habla en estos tiempos que se vive sin Amor, contando y refiriendo lo que a otros les pasó.
Este que ama y que antes amó, pidió que Dios en la Tierra hiciera una Aparición. No la pedía para él, la pedía para el mundo, para achicar los pecados que el que peca no los ve. Éste busca las Palabras que lleva el que Aquí traen, pero no queda en silencio, camina, allí las dice, allí las lleva. Éste, jamás pondrá duda, porque duda con entrega no existe. Ésta es la reacción de devolver Amor a Dios del Cielo, de admitir una creencia en la que tú decías: “yo creo”.
Desperté, oí:
¡Es el hombre el que enmienda
el Amor de Dios del Cielo!
¡Es el hombre el que dice:
“yo creo, pero no creo”!
Ésta es contradicción
que no le va a hombres buenos.
El que cree, antes amó,
y ya acepta lo que Dios hace
con aquel que Él quiere.
Nunca se verá enfadado
por creer que a aquél prefiere.
Él alberga este pensar:
“Dios lo hace porque Él quiere”.
“Algo verá allí mejor,
aunque no lo vean los hombres”.
***
Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - C5
Creer en el Poder que Dios tuvo pero no en el que tiene, es no creer. Quien ama cree en Dios Vivo y acepta, agradece y transmite su Poder.
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