martes, 4 de mayo de 2010

Ella teme que el Dictado sea cambiado - Libro 86 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo X - Pag. 22-23-24


Me quedé dormida pensando en la Publicación, en la tranquilidad tan grande que me daría.

En Sueño Profético decían:

Es que, publicando, ya aclaras ante el mundo la mala interpretación que de Esto tienen y das a conocer tu Comunicación diaria, tal y como te la dictan.

Decían:

Ella teme que el Dictado sea cambiado por no saber interpretarlo. Su publicación y enseñanza son imprescindibles. Por eso la publicación debe ser en vida de este Elegido, para que el hombre no intente, con su vanidad, transformarla. Ella es la que tiene que publicar o detener lo que vea que no es del Dictado. La publicación debe ser sólo lo dicho por Dios a ella en Arrobo, en Iluminación Divina, o en Visión. No publicar así es faltar a la Obediencia Divina. El hombre, si publicara después de soltar ella la materia, lo transformaría todo, y ya no sería la Palabra de Dios al hombre, sería la Palabra de Dios transformada por el hombre. El Lugar en el que Dios habla, es Dios hablando y el hombre publicando.

Dijo uno:

Yo oí a sus Discípulos, y no fue sólo una vez, y siempre decían: “El Maestro nos ha dicho”. “El Maestro nos manda”. “Estas son Palabras del Maestro”. “El Maestro quiere que, antes de ir al Padre, sea cundida su Palabra”.

Dios quería que fuera aprisa cundida su Palabra, para cuando Él no estuviera de Hombre, ya quedaran enseñados, y el que no Lo amara, no pudiera atribularlos con sus palabras en contra del Divino Maestro.

Desperté, oí:

El Profeta tiene que ser, oír y hablar.

Que este oír, no es oír, es hablar Dios en el Lugar.

Dios decía a Sus Discípulos: “Id y hablad en mi Nombre”, y Él les daba Poder suyo.

En el Lugar que Él habla, no dice “Id”, es el mismo Dios actuando en distinta Forma.

Esta Publicación no puede hacerla otro, porque quedaría incompleta.

Ella lo lee y lo explica como se lo dicta Dios:

¡Tan Grandioso! ¡Tan Sencillo! ¡Y con el Poder de Dios!

Ya, cuando escribe el Dictado, Dios le da Iluminación para ir puntualizando esta Grandeza de Dios.

No quieras que no publique, que estás en contra de Dios.


***

3 comentarios:

  1. Confío en que Dios proteja siempre esta Verdad de quienes quieran transformarla.Aunque muchos sacerdotes no la reconocen como Divina,Dios abre otros caminos para que sea conocida en el mundo entero.

    ResponderEliminar
  2. Hola Ana, estoy contigo. Pero no son tantos sacerdotes los que no la aceptan, son más los que reconocen en ellos a Dios, lo que ocurre es que les falta valentía para enfrentarse al que le pone la contra.

    ResponderEliminar
  3. De los Libros que Ana publicó en vida, serán reliquias, porque son los Dictados tal como ella lo mando y aunque se han publicado después algunos más esos Libros también fue mandada la publicación por el Profeta. Por lo tanto toda su Obra está publicada tal como Dios le Mandó.

    ResponderEliminar