sábado, 1 de mayo de 2010

“El que juzgue será juzgado” - Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - Pag. 75-76


En Sueño Profético hablaban de poder quitar sufrimiento y no quitarlo. De poder dar de comer al hambriento y dejar que el hambre lo lleve a la muerte. El que piense en estas palabras, él solo se juzga y se siente de Dios apartado, si pudo hacer lo que hoy en Gloria se está hablando.

Dijo uno:

Al poder hacer lo que Dios tiene mandado y no hacerlo, ya eres culpable de un daño que pudiste remediar. Que este daño, de no quitarlo, puede traer muchos más daños.

Jesús mandaba con sus Palabras consolar al afligido y levantar al caído. Hay quien el consolarlo iguala con levantar al caído. Consolar es achicar el sufrimiento y seguir la vida, no viendo tu sufrimiento el más grande, y ya dices: “Señor, yo quiero de Ti no apartarme”.

El que levanta al caído es el que siente el desprecio del hombre que juzga sin Caridad y no siente el deber de levantar con el nombre de Dios.

Desperté, oí:

¡Cuántos sufrimientos podrían ser chicos si el hombre que pudiera achicarlos los achicara!

¡Qué pocos caídos habría si el hombre, la Palabra de Dios, practicara!

Que esto es bien sencillo, levantar y decir: “Señor, el juzgar, que de mí no salgan palabras.

Porque yo soy pecador y en Ti tengo puesta mi Confianza”.

“El que juzgue será juzgado”. Yo no quiero Señor que a mí me lleguen estas Palabras.


***

3 comentarios:

  1. El hombre siempre ha jugado a ser Dios.Ya que ninguno estamos libres de pecado,debemos ayudarnos a salir de él.

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  2. No levantar al caído es hacer leña del árbol caído. Cuántas veces ves que alguien ha caído en desgracia y ves que van todos y se apuntan al caballo ganador, hasta que luego les llega a ellos. Porque curiosamente en esta vida casi todos pasan por épocas de explendor y épocas de sombra en las que necesitamos de la caridad de los demás.

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    1. Que buena explicación!! De verdad que así es ,este mundo es un vaivén de situaciones qué no sabemos en que rematan.
      Unas veces arriba otras abajo y otras tremendas que no se esperan . Dios nos va guiando aún a pesar de las mareas porque El sabe lo que nos conviene para mejorar el Alma.

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