lunes, 15 de febrero de 2010

El Poder del Elegido - Libro 59 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo VI - Pag. 60-61-62


En Sueño Profético hablaban del Poder que Dios le daba al Elegido, que había sido por Él elegido. Es un Poder que más lo ve el que cree y a Dios ama. Al sentir estas dos palabras ya, para todo, con el Elegido cuentas. Pero tienes que ver bien el camino que te aconseja, porque el consejo que da, ya Dios se lo ha puesto en su pensar. Que esto es pedido para que a Dios Lo busquen y Lo quieran más.

Sigue un espíritu con Mando de Dios:

El que cree y ama a todo le ve diferencia mejor cuando con el Elegido habla. Que esto lo nota el enfermo cuando se acerca a su cama. Yo tuve amistad con Juan de Dios y mucho le acompañaba, porque él quería que siguiera sus pasos por si algún día se encontrara malo, que yo sus palabras llevara a los enfermos.

Ya contaré unos casos que eran de sufrir y luego la alegría achicaba al sufrir:

Un día, llegando a la cama de un enfermo grave, estando un familiar delante, cuando vio a Juan no pudo callarse ni el enfermo ni el familiar. Cuando llegó a la cama, estas fueron las palabras: “Juan, yo sé que estoy grave porque mi enfermedad es de muerte, pero no puedo negar el medicamento tan grande que tu presencia me da. Pero mis padres dicen estas palabras: “Señor, si la enfermedad de mi hijo es para que crea en Ti como está creyendo, cúralo, que yo sé que será un pregonero para llevar a la Gloria incrédulos y cambiarlos por pastores de Dios”.

Otra cama y otro enfermo lo llamaron, y él se paró con estas palabras:

“Yo Le pido a Dios que vuestro espíritu vea el Poder de Dios”.

Antes de terminar dijo el enfermo: “Si yo lo llamo es para decirle que Dios me ha hecho lo que tanto he pedido. Cuando el diagnóstico del médico decía “muerte sin curación”, esto me puso peor, pero desde que veo a Juan mi vida ha cambiado y estoy contento, porque mi cuerpo muere, pero mi espíritu se va con Dios. Que esto lo he visto, que Dios me lo ha dicho en un sueño”.

Desperté, oí:

Dios me manda que sea yo el que diga estas palabras:

Si Dios habla en tu cuerpo, tú llevas este Poder al enfermo.

Es grande sufrir llegar a las camas de los enfermos sin medicamentos, como hace el médico. Y tú querer que sientan el Poder de Dios, aunque mueran.

Yo tuve enfermos que a mí se abrazaban cuando la muerte a la vida se llevaba.

Que estos enfermos están hoy en la Gloria oyendo mis palabras, que Dios me las manda para que queden escritas y ya de Juan de Dios hablan.

El que crea tus palabras te hará llamada para que te acerques a la cama, y curación le llegará al espíritu, que es el que la vida no acaba.

Muchos cuerpos curó el Poder de Dios, y el que no se curó y murió, lo vieron muerto, pero Aquí está vivo su espíritu, que es el que tiene Dios conmigo. Que mi nombre Dios me manda que quede en este Mensaje:

JUAN DE DIOS


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