En Sueño Profético decían:
Dijo Dios Hombre ya en sus últimos días de estar entre el hombre:
El que Me conoce y no quiere Conocerme, luego dirá que Me conoce, y Mi Padre dirá: Mi Hijo que soy Yo, no te conoce ahora donde tú quieres Conocerme. Yo juzgaré en Mi Padre, unos desde Mi Cielo, y otros haré que lleguen a las Puertas de Mi Gloria; estos que Mi Padre les hace llegar a las Puertas, son lo que quieren quitarme Mi Mando como Dios que soy, los que saben que Me persiguen a sabiendas que soy Dios; porque no puede actuar materia sin ser Dios, dejando que el hombre Lo maltrate y que muera diciendo, como Mi muerte dirá luego, nos veremos en Mi Gloria y Nombrándome Yo el único Dios. Dejaré que el hombre mate Mi carne, luego la misma carne Yo la uniré a Mi Espíritu y quedaré en Mi Gloria de hombre como Aquí Me ve el hombre, pero de Dios Padre. Ahora estoy en Mi Gloria y Aquí, aunque Aquí no actúo de Padre por ser Mi Espíritu en una vida de hombre. Todo el que no Me quiere de Padre, no Me quiere de Hijo, por ser todo el mismo Dios. Estos que Me conocen, desde Mi Gloria sin entrar, irán con Obediencia de Mi Poder al infierno, que Yo dejo que allí vivan; estos, Mi Padre no puede tener Compasión porque ellos no amaron a Su Hijo, que tanto se lo suplicó. Estas Palabras fueron dichas por Mi Padre, para que todos Las oyeran, y el que las respetara, se salvaba: Este es Mi Hijo amado y en Él tengo Mi Complacencia. Dios Padre, Dios Hijo, y Yo el mismo Dios, ruego al hombre para que acepte el Amor que Mi Padre Me manda del Cielo. Quien no Me vea de Dios, no conocerá Mi Reino.
Desperté, oí:
Siendo el mismo Dios el que habla, ya sobra el decir, hay que cambiar las Palabras.
El que no Lo creyó Conociéndolo, no quería Reino de Dios.
Su Reino no podía ser con más Amor que Él dejaba a aquel que Lo conocía y no creía en sus Palabras.
Él cuando subió a sus Cielos, ya sabía cómo juzgarlos a los vivos y a los muertos.
Los vivos que Lo creyeron,
esos nunca fueron muertos.
Los muertos eran los vivos
que luego Él los juzgó
desde las Puertas del Cielo.
¡Volar, espíritus malos,
Yo soy Dios, ir al infierno
Si no Me queríais en Tierra,
Yo soy el mismo en Mi Cielo.
A muchos Los dejó ir,
para arrojarlos desde el Cielo.
Allí ya no Los dejó
que quisieran Conocerlo.
***
Me he quedado sin calificativos para expresar lo que siento al leer este Mensaje. Cuánto sufrimiento se ve en las Palabras que Dios tiene que Decirle al hombre.
ResponderEliminarEn el Mensaje te dice claro que Lo mató el que Lo creyó pero no Lo amó.
Estoy contigo Álvaro se queda uno sin palabras. Sólo pensar que es Dios mismo el que Dicta el Mensaje...
ResponderEliminarSiendo criaturas del Dios del Amor , muchos hombres no aman.Esto debe suponer un gran dolor para el Padre, porque tiene que apartarlos como hijos.
ResponderEliminarHola a todos los seguidores del blog, quiero compartir con vosotros mi experiencia personal al conocer al Profeta.
ResponderEliminarCuando leí el primer hecho sobrenatural en el que ella ve la Imagen de Dios Padre y a Dios Hijo de Carne,y tuvo el primer Sueño Profético en ese momento cambió la falsa realidad que yo vivía y puedo decir que nací a la Vida.
Antes de conocer al Profeta veía la Semana Santa e incluso acudía a las procesiones con más o menos fervor, como cualquiera que ahora veas en ellas; porque yo pensaba que lo que ahí se representaba no era real, que era una invención para crear lástima, porque yo no podía creer que a un Ser tan Puro como es Dios, Le pudieran hacer esa barbarie, era inconcebible para mi inteligencia, no podía ser.
Pero al conocer al Profeta supe que no sólo fue verdad que Lo mataron sino que Le hicieron mucho más de lo que se cuenta. Desde entonces soy incapaz de asistir a una procesión, porque el dolor que me produce es indescriptible.
Hola, Airma me ha impresionado tu comentario, la verdad, leer los libros de Ana, nos eriquece cada día.
ResponderEliminarLa verdad Airma es que nunca me había planteado lo que aquí comentas, pero veo mucha razón en lo que dices. Y comprendo que la gente actúe así en la Semana Santa, tal vez porque no tienen conciencia de lo que realmente Le hicieron a Dios y lo que significa tal aberración. Porque si fuera así ocurriría lo que te ocurrió a ti, creo que te sentirás dichosa por haber llegado a comprender algo del sufrimiento de Dios.
ResponderEliminar¡¡Impresionante!!
ResponderEliminarComparto totalmente lo que Airma ha comentado, creo que los sentidos se resisten a pensar que la raza humana haya llegado ha comenter un crimen tan execrable. Aunque creo que cualquier calificativo se queda pequeño para la crueldad del acto.
ResponderEliminarDios no necesita al hombre, su sufrimiento es porque sabe lo que le espera al hombre si no va a su Reino, y Él como Padre, quiere quitarle al hombre ese sufrimiento, pero es tan grande su Amor que no quiere obligarlo y sólo te entra en su Gloria si Lo amas.
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